Pues para los que no quieren, porque son muy de la high class y no se deben juntar con la chusma, o no pueden hacer filas les traigo algunas tácticas para agilizar su visita al concurrido banco.
El truco más sencillo es usar la fila de depósitos. Muchos bancos distinguen filas para depositar y retirar. Por lo general la de depositar es más corta. Puedes hacer un deposito menor e inmediatamente realizar otra transacción como el cambio de un cheque.
Ve con tu niño, o con el de la vecina, o de una amiga. Increíble pero cierto. Muchas van con bebés prestados para saltarse la fila. Si de verdad eres madre, aprovecha.
Hable con el gerente de sucursal o con el encargado de servicio al cliente. O quizás con el oficial de caja. Tal como nuestra amiga Sonia en un banco de una plaza un día feriado. La gerencia por lo general está dispuesta a hacer esos favores a determinados clientes. En lugar de dos horas puede salir en quince minutos si sabe dar buena muela.
Si usted no es tan pudiente como Sonia, vaya por servicio al cliente, ellos también lo pueden referir a caja sin hacer fila.
Hágase el loco y vaya directo a donde el cajero pana suyo. Pasa mucho en plazas donde los negocios tienden a depositar de inmediato sus ventas al final del día o inicio del otro. Ya los cajeros conocen a esa persona que va todos los días con grandes sumas. Si usted es uno de ellos hágale seña al cajero que de seguro lo deja ir antes que muchos otros.
Esto lo puedes hacer en cualquier institución financiera. Todas favorecen a ciertos clientes en las citadas circunstancias. Como es obvio, sea prudente. No todos los días quiera ser VIP.
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